domingo, enero 28, 2007

El fuego


Desde hace unos 700.000 años, cuando el Homo sapiens aun estaba en fase alfa, nuestros antecesores descubrieron el fuego. Aun no sabemos como lo hicieron, aunque suponemos que en algun momento se dieron cuenta que al chasquear dos piedras de silex (mineral siliceo como el cuarzo pero que cristaliza de forma diferente).

Al margen de la investigacion cientifico-paleontologica, hay un mito griego sobre como conocimos el fuego que es muy bonito. Como no, me refiero a la historia de Prometeo. Para quien no lo sepa, Prometeo era un Titan que creo a los humanos. Mientras que su hermano creo muchas y bellas criaturas dotandolas de diversos dones (garras, velocidad, sigilo...) Prometeo se afano en crear una criatura parecida a los dioses. Cuando la termino, su hermano habia acabado todos los dones que Zeus les habia proporcionado. Sintiendo lastima por sus hijos, viendolos tiritar de frio, Prometeo robo el fuego y se lo ofrecio a los hombres, dotandolos de una de la mayor y mas antinatural de nuestras habilidades: la tecnologia. A partir de aqui el mito enlaza con el mito de la caja de Pandora. La historia es preciosa, asi que os recomiendo leeros este link.

Todo esto viene a que el fuego siempre ha sido algo importante para nuestra cultura. Si lo pensais, hasta mediados del siglo pasado el hombre se reunia alrededor de este elemento (entendiendose como uno de los cuatro -o cinco- elementos que forman el mundo) y este era la principal forma de pasar los conocimientos de una generacion a otra.

A parte de su poder de congregacion, el fuego ejerce en muchas personas una atraccion casi hipnotica. Igual a alguno no le paso, pero hay gente, entre la que me incluyo, a la que le es muy facil quedarse embobado mirando fijamente el fuego. Es como una atraccion basica, primaria diria yo. Como entrar en un mundo onirico donde el mundo real no es mas que una exhalacion. Donde los colores se suceden los unos a los otros en una danza a veces salvaje, a veces calmada, pero siempre con una pasion inherente al fuego. Como si hubieses capturado un trozo de arcoiris y este luchase por escapar de su prision y volver al cielo.

5 comentarios:

Noralba dijo...

Esa atracción que sientes tiene un nombre... piromanía! xD

Anónimo dijo...

Bueno, a mi sí me gusta el fuego, pero no voy ahí quemando cosas así que no llego a pirómano, sólo aprovecho a mirar los que ya están hechos xD.

Además, a mi el fuego cuanto más pequeño es más me llama la atención, si es demasiado grande no me atrae demasiado (mecanismo de autodefensa para evitar quemarme quizás xDD). Vamos, que me gusta más la llama de un mechero o una chimenea que ver un bosque arder (ahí ya pasamos al carácter destructivo del fuego, eso no me fascina tanto, más bien me repele...).

Diego Giao dijo...

Coincido con Adrian. Tampoco me gusta mucho los fuegos mas grandes que una cacharela. En cambio, ver arder las brasas de hacer un churrasco me fascina (y ya ni te cuento comerlo despues xD).

Ademas, me di cuenta de que hay fuegos de todos los colores. El otro dia quemando unos sacos de cemento vacios el fuego era de un verde muy bonito, con pinceladas azules y naranjas aqui y alla. Muy bonito, la verdad, pena de no ser buen fotografo y haber tenido alli la camara :(

Anónimo dijo...

Las llamas verdes molan mucho, y las que también me gustan bastante son las azules que hace el fuego del gas ardiendo, me gusta esa tonalidad.

Sergio Pena Corpa dijo...

Noralba tiene razon: ERES UN PIRÓMANO xDDDD.

Quemando sacos de cemento..... entre otras cosas, algún dia acabaras intoxicado por inhalar humos y no tendras a nadie que te ayude....